jueves, 4 de octubre de 2012

Juicios de valor

Buenos días, señoría
estoy aquí para juzgarme.
Con su venia si ha desayunado
comencemos cuanto antes.

Me declaro improcedente
yo no tengo ideología.
Si su juicio es un examen
me declaro en rebeldía.

Soy autor de los hechos
que aún no he cometido,
en su bandera me he cagado
y en su patria escupido.

Con poemas despotricado
contra sus queridos ministros
y contra su presidente
también he arremetido.

A banqueros he robado
y a curas he mentido.
A ver quién es el guapo
que condena tales hitos.

Yo no quiero justicia
solo pido libertad
y ante todas las fronteras
la mía es la libertad.

El día de la sentencia
no fue un día reseñable.
El diagnóstico final:
soy el único culpable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta, tiene un carácter provocador.