lunes, 24 de noviembre de 2014

MAÑANA, 7.34 AM, LÍNEA 6

Quiero chupar tu sudor.
Lo sé, lo admito
y no me avergüenzo.
Desde que te vi
hace ya treinta segundos
me recorre ese deseo.

No sé si decirte hola,
pedirte la hora,
o arrancarte la ropa.
Aquí mismo,
en este lugar
y frente a todos los viajeros.
Abrazarte junto al cristal
y que se funda nuestro aliento.
Escribir con nuestro vaho
que no hay mejor manera
de empezar el día
que con el sabor de tu sexo.

Y cuando llegue mi estación
bajarme del vagón
y salir del metro.
Porque, al fin y al cabo,
tengo que irme a currar,
ya lo siento,
no puedo quedarme más
que me mareo.

Me marea mi sudor frío.
me marea tu cuello,
me marea la abstinencia
de no empotrarte contra el espejo,
la línea que hace tu pelo,
el gemido del carril
y su erótico meneo,
tus infinitas curvas
y el escote sobre tu pecho,
la forma de tu pantalón,
tu sombra, tus caderas,
tus piernas y tu trasero.


-Hola,
perdona,
¿tienes hora?.

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